¿Cómo prevenir la caída del cabello estacional?
Como ya vimos, si llegamos a notar algunos mechones adicionales en nuestro cepillo para el cabello, no significa que estemos al borde de la calvicie. Al igual que tu piel, tu cabello también está cambiando. Sin embargo, la pérdida de cabello estacional puede aparecer en cualquier momento, incluso si nunca antes se ha visto afectado.
Si deseas prevenir la caída del cabello estacional o mitigar sus efectos, aquí tienes algunos consejos que pueden ayudarte.
El cepillado diario no incrementa la caída, al contrario.
Todos esos cabellos que se acumulan en el cepillo de una sencilla pasada son pelos en fase de renovación, que ya no están anclados a la raíz. El cepillado diario elimina el pelo que se ha desprendido, pero ha quedado retenido entre las demás fibras, y ayuda a sanear. De esta forma eliminamos impurezas, al mismo tiempo que estimulamos la circulación sanguínea, favoreciendo que lleguen más nutrientes a la raíz.
Evita las duchas calientes
Lavarse el cabello con agua caliente durante demasiado tiempo puede resecarlo y encresparlo, lo que puede provocar daños irreversibles en el cabello. Por lo tanto, está bien tomar una ducha caliente, pero solo durante 10 minutos.
Disfruta de un acondicionamiento profundo
Acondicionar tu cabello es vital para reponer la humedad de tu cuero cabelludo y prevenir la caída del cabello estacional. Ayudará a mantener la textura del cabello durante la estación fría y te ayudará a combatir los efectos de los productos de calefacción y los vientos fríos del invierno.
Seca tu cabello al aire
Deja que tu cabello se seque de forma natural en lugar de secarlo con secador. Secar el cabello con secador provoca la rotura del cabello y absorbe toda la humedad. Sin embargo, debes evitar salir con el cabello mojado, ya que el aire seco del invierno hará que tu cabello se seque y se rompa.
La importancia de la alimentación
El cabello también es un reflejo de nuestra alimentación y la falta de nutrientes puede debilitar la fibra capilar y favorecer la caída. Estudios recientes publicados en International Journal of Trichology, señalan la importancia de ciertas vitaminas y minerales en el buen desarrollo del cabello: la vitamina D, que activa las células madre del folículo piloso; la vitamina C, que favorece la producción de colágeno, o la vitamina E, uno de los antioxidantes que estimulan y fortalecen el crecimiento del cabello.
En esta dieta anticaída, hay dos nutrientes que se han vuelto muy populares, hasta el punto de convertirse en un reclamo en los tratamientos anticaída. Por un lado, el zinc, que ayuda a equilibrar los niveles hormonales, interviene en la producción de ADN y ARN y fortalece la fibra capilar. Según los estudios, la falta de zinc puede deteriorar la estructura de la proteína que compone el folículo piloso, provocando su caída.
Por otro lado, la biotina, una coenzima que interviene en el metabolismo de los nutrientes y favorece el crecimiento de los tejidos de rápida reproducción, de ahí su popularidad en los tratamientos de fortalecimiento del pelo y las uñas. La biotina favorece la llegada de los nutrientes a la raíz capilar, dotando al cabello de más fuerza y elasticidad.