Un cabello saludable comienza por el cuero cabelludo. Así que, conocer qué tipo de cuero cabelludo tienes es esencial para elegir un buen shampoo.
Para un cuero cabelludo grasoso, busca un shampoo que no indique hidratación para tu cabello. Los shampoos hidratantes a menudo acumulan aceite en tu cuero cabelludo en lugar de removerlo. Esto es una gran opción para gente que tiene problemas de resequedad, pero si tu cuero cabelludo ya tiene exceso de grasa, no vas a querer añadirle más. Mejor deberías probar un shampoo que se enfoque en dar volumen o fortalecer tu cabello, estos tienden a ser mucho más efectivos al remover la grasa de tu cabello y cuero cabelludo.
Para un cuero cabelludo seco, busca un producto que utilice ingredientes naturales para hidratar tu cuero cabelludo y tu cabello. Por ejemplo, productos que contengan aceite de Emú o aceites vegetales (manteca de karité, aceite de oliva o aceite de coco).
Para un cuero cabelludo escamoso, es importante saber si las escamas son causadas por sequedad o caspa. El cuero cabelludo seco normalmente está acompañado de costras pequeñas, mientras la caspa está acompañada de costras más grandes acompañadas de exceso de grasa.