Nos han hablado mucho del daño que el sol puede hacerle a nuestra piel. Constantemente leemos sobre estudios que nos indican que debemos usar protector solar para evitar las manchas, quemaduras e incluso cáncer de piel, todo esto porque los rayos solares cada vez son más agresivos, sin embargo, son pocos los anuncios que nos indican el daño que el sol puede hacerle a nuestro cabello, especialmente en el verano.
Aunque el sol puede hacernos sentir bien, sus efectos negativos y dolorosos tales como las quemaduras, arrugas y el riesgo de desarrollar cáncer de piel, representan la otra cara de la moneda. Es cierto que la piel produce la esencial vitamina D3 reparadora de huesos con la ayuda de los rayos UVB, pero no hace falta más que una pequeña dosis de 20-30 minutos de sol al día.